Conexión Mente-Cuerpo

Comprender nuestra biología para trascender nuestras emociones

en la categoría Blog

Comprensión mente, cuerpo, cerebro

Cuando comprendemos nuestra biología, cómo funciona nuestro cuerpo y nuestra mente, resulta más sencillo transcender nuestros estados mentales y emocionales.

Para ello, lo primero más importante es comprender qué es el cuerpo, qué es la mente y la relación entre ambos.

El cuerpo es nuestra parte física, material, tangible, podríamos considerarlo como nuestro caparazón.

El cerebro, esa masa viscosa, llena de pliegues con forma de nuez, dotada de materia gris y blanca, a resguardo de nuestro cráneo, sigue siendo una parte de nuestro cuerpo, un centro de computación, como el hardware de un ordenador.

Sin embargo, cuando nos referimos a la mente, estamos hablando de una parte abstracta, no tangible, inmaterial, etérea, que no se puede ver ni tocar, se trata de energía. Hay quien la considera el software del ordenador.

La materia sigue siendo energía, solo que energía perceptible a través de los sentidos. La mente en cambio no la podemos ver, ni tocar. Sin embargo, sabemos que está ahí.

Es como el aire que respiramos, aunque no lo vemos, sabemos que está ahí, o como los sonidos que escuchamos, aunque no los podamos ver o tocar, los podemos oír, pues se propagan a través de ondas. Todo es energía. El wifi es energía.

Los pensamientos son fenómenos mentales, que surgen por sí mismos y, tal como el ojo ve o el oído escucha, la naturaleza de la mente es pensar. Seguimos hablando de energía.

La cuestión es la capacidad que tienen nuestros pensamientos para generar cambios en nuestro cuerpo, en la materia.

Comprensión mente, cuerpo, cerebro

Ramas emergentes de la ciencia nos explican

La evidencia científica nos demuestra que, nuestra manera de percibir el mundo, el entorno que nos rodea, si nos resulta amenazante y nos genera estrés o si nos transmite seguridad y calma, afecta significativamente a nuestro organismo, aunque de distintas maneras.

Concretamente, la neurociencia, una disciplina que estudia el sistema nervioso y su influencia en la cognición y conducta humana, explica cómo nuestros pensamientos e interpretaciones de la realidad tienen un efecto en nuestro cuerpo.

Por su parte, la psiconeuroinmunología una disciplina que aglutina a investigadores de numerosas especialidades médicas, tales como neurociencias, inmunología, fisiología, psiquiatría, psicología, ciencias de la conducta, reumatología y enfermedades infecciosas, estudia las interacciones de la mente y el cuerpo, comprendiendo cómo las emociones y la fisiología están estrechamente ligadas en el desarrollo humano a lo largo de la vida, tanto en la salud como en la enfermedad, incluyendo el sistema inmunitario y el aparato endocrino, en relación a nuestros procesos hormonales.

Todo ello forma parte de este sistema de respuesta que involucra nuestro cuerpo completo.

En cuanto a la epigenética, otra rama emergente de la ciencia, nos revela que los factores ambientales, nuestros hábitos de vida, así como nuestra percepción del entorno, tienen una mayor influencia en nuestra salud que la propia genética, debido a que los mecanismos de regulación genética pueden hacer que nuestros genes se activen o desactiven en respuesta a diferentes factores ambientales y señales celulares.

vinculación mente-cuerpo y los estados emocionales

La vinculación mente-cuerpo y los estados emocionales

Las personas siempre hemos sabido de manera intuitiva que la mente y el cuerpo conforman una unidad indisoluble, clave para nuestra existencia.

Y los hallazgos de la ciencia moderna nos lo confirman. La mente afecta al cuerpo y el cuerpo a la mente.

Sin embargo, parece que, desde el surgimiento de la Edad Moderna, la mente y el cuerpo empezaron a contemplarse como realidades separadas.

A lo largo de los siglos, muchos médicos han comprendido que las emociones están estrechamente vinculadas al origen de las enfermedades y la recuperación de la salud, tal como nos recuerda el médico canadiense Gabor Maté, que nos advierte de los riesgos ocultos del estrés y cómo puede transmutarse en enfermedad.

El estrés se puede considerar una cascada de respuestas físicas y bioquímicas a poderosos estímulos emocionales.

Teniendo en cuenta que, desde el punto de vista psicológico, las emociones son en sí mismas descargas eléctricas, químicas y hormonales del sistema nervioso humano que nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo o interno, tienen la capacidad de influir en el funcionamiento de nuestros órganos principales, la integridad de nuestras defensas inmunitarias y el desarrollo de muchas sustancias biológicas en movimiento que regulan nuestro cuerpo, a la vez que son influidas por todo ello.

Cuando reprimimos nuestras emociones, debilitamos las defensas del cuerpo contra las enfermedades.

Por eso es tan importante saber más de nosotros mismos, de los mecanismos de nuestro cuerpo y de nuestra mente, con el fin de reconocer y abordar nuestros estados emocionales.

Además, cuando tenemos la capacidad de identificar y dar respuesta a los efectos del estrés, es más sencillo recuperar la salud y evitar que nuestro bienestar se vea afectado.

Conexión mente-cuerpo y la salud

La conexión mente-cuerpo, clave para el mantenimiento de nuestra salud

Comprender los mecanismos de nuestro cuerpo y de nuestra mente, así como nuestras emociones y sus funciones, facilita el proceso de experimentar cambios positivos en nuestra salud y en nuestra vida en general.

La salud, tal como nos indica la definición más amplia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “Es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia”.

De manera que la salud no solo se limita a la ausencia de enfermedad, sino que involucra un equilibrio integral en el bienestar de una persona, tanto a nivel físico, como emocional y social.

Podríamos decir que la salud es entrenable, en cuanto a que podemos aprender a cuidar nuestro cuerpo, proporcionándole los alimentos adecuados, realizando los ejercicios apropiados o aprendiendo a prestar atención a nuestra respiración, lo cual es pura terapia.

Al mismo tiempo, podemos aprender a detectar aquello que nos pueda causar un desequilibrio, ya sea debido a una mala alimentación, el sedentarismo, nuestros impulsos emocionales o nuestras propias tendencias mentales, que afectan a nuestra energía y vitalidad y, que nos conviene evitar o aprender a gestionar.

Igualmente, cultivar una mente equilibrada ayudándonos de la meditación o tener una buena interacción con el entorno social, contribuye a una vida satisfactoria y plena.

La conexión mente-cuerpo es clave no solo para comprender la enfermedad, sino también para fomentar la salud.

A través del conocimiento y de numerosas prácticas orientadas podemos reconocer todo esto y favorecer nuestro bienestar, para transitar nuestro camino con mayor seguridad.

 

¿Conocías la relación mente-cuerpo y cómo los estados emocionales pueden influir en la salud?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar

OTROS ARTÍCULOS DEL BLOG
×